AMAIA BARRENA
Sitio web: https://amaiabarrena.net/
De niña siempre quiso ser escritora y tener flequillo. Ahora es una chica de rizos azabaches, mandalas asimétricos en los brazos y libros por todas partes, en los omóplatos, en el esternón, en la tripa, en los pies y en las librerías. Por militancia a la cultura, creó Imaginautak. Por adaptación camaleónica, la levantó desde su habitación durante una pandemia a golpe de Instagram. Desde entonces vive del arte, aunque nunca le ha pagado el alquiler. Profesora de escritura creativa, cree que el arte es una forma de amor y el feminismo una conciencia de pupitre, de clase, sobre la que hablar en sus cuadernos. Ella es un orgasmo de posibilidades. Todo lo que pensó que nunca sería. Una superviviente que en un sistema que solo se preocupa de crear islas, se rebela como archipiélago y escribir un verbo con toma a tierra. Y por eso, al futuro solo le pide lo que una vez pidió Blas de Otero. Pido la paz y la palabra.
Es autora de los libros: “Cafeína para insomnios promiscuos” (L.U.P.I., 2016), “Para ahorrar laberintos” (A Fortiori, 2017), “Un melón en la maleta” (A Fortiori, 2018), “Pétalos impares” (A Fortiori, 2020) y “Mi olor antes del perfume” (A Fortiori, 2022).
Al pasar la barca
me dijo el barquero
las niñas bonitas
no pagan dinero.
CANCIÓN POPULAR
El cuerpo de las mujeres
es la última frontera del capitalismo.
SILVIA FEDERICI
NO SOY GUAPA
No soy guapa.
Soy la cría que jugó con Nenucos
y la chica que nunca quiso ser madre.
Soy la que vuelve a casa sola y borracha.
Con las llaves como un puño americano.
Soy la que cinco días al mes
va con jaquecas y náuseas a trabajar,
la que se limpia la sangre con productos de impuesto de lujo.
Soy la que creció escuchando
que el barquero no cobra a las niñas bonitas
y que de adulta pagó caro intentar serlo.
Soy la de la mini falda que va provocando,
la que no se ha vestido para ti,
la que se pregunta cuándo a un hombre
le dolieron los pies por verse atractivo,
pero ya ha comprado otras botas de tacón este mes.
Soy la que un día se enamoró del mar
y se divorció de él por no ponerse en bikini.
Soy quien se creyó que la liberación sexual
era irse con cualquiera sin explicaciones,
y quien ahora no se explica por qué lo hizo,
soy la que ha entendido que la verdadera revolución es nuestra
y es decir NO cuando es NO.
Soy una escritora de verdad
y no Carmen Mola.
No soy guapa.
No me lo grites por la calle.
No soy guapa.
Soy una mujer.
Soy una superviviente.
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