INKOHERENTE

Cultura y la dificultad de ser quien eres. Sensibilidad y una caja de herramientas para repararla. Amor y heridas que se callan. Libertad e ideas limitantes que heredamos de un sistema que no elegimos. Expresión, revolución, inteligencia, fuerza, ternura, vulnerabilidad, talento, confianza, humanidad. Porque el niño que bailaba en lugar de jugar a fútbol y que dibujaba en los cuadernos donde debería buscar el común denominador, hoy es el hombre que enseña danza urbana y habla de lo que no se dice en viñetas, viñetas que son un libro y un perfil de éxito en redes, que son un órgano vivo. Él es un ejemplo porque no siguió ninguno de los que le enseñaron. El chico de los ojos menta te mira y crecen las hojas. Los árboles. Los bosques. Las raíces. Y es que cuando el arte es un idioma toma su forma todo lo que tenemos por decir y él, Gonzalo, es imposible de mutear.

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